Luego de un fantástico debut en el clásico ante Quilmes, el escolta goleador del Milrayitas, Rob Reed, dialogó con Los Martines y expresó su primera impresión del equipo. A continuación su palabra.
Con sus 23 años y 1.85m de altura, Reed pasó de la Universidad de Concord en Estados Unidos a Peñarol de Mar del Plata sin escalas, y en su primer juego oficial se llevó la ovación de todo el público por su gran actuación: 25 puntos, 4 rebotes y un recupero en 23 minutos de juego.
– Felicitaciones por el triunfo y tu actuación. 30 puntos de diferencia en un clásico y ser goleador con 25, ¿se podía imaginar un mejor inicio?
No, no puedes esperar una mejor manera de comenzar la temporada, fue asombroso. Espero que podamos mantener este ritmo hasta el final, sigamos creciendo a nivel colectivo y consigamos el campeonato para toda esta maravillosa gente.
– ¿Cómo te sentiste con el equipo en tu primera semana de entrenamiento y en tu primer partido oficial?
Siento que tenemos un gran equipo, cada uno sabe el rol que debe cumplir pese a que la temporada recién comienza. Con el paso del tiempo esos roles se irán definiendo mejor y si cada uno de nosotros respeta su papel el equipo seguirá mejorando.
– ¿Esperabas un estadio así, con dos parcialidades y la locura con la que se vive el clásico de la ciudad?
Había escuchado lo especial que es este partido para la ciudad, tengo un amigo que jugó en ambos equipos y me lo contó cuando se enteró que venía para acá.
– ¿Quién?
Cedrid Moodie. Él me dijo que el Peñarol-Quilmes es como el “Superbowl” de Mar del Plata, asique lo esperaba con muchas ganas, me encanta el clima de este tipo de encuentros.
– ¿Cuáles fueron las claves para que Peñarol se lleve la victoria?
Logramos jugar más fuerte que ellos, con más pasión. Es decir, mirá toda esta gente ahora mismo, es difícil no jugar duro y dejar todo en la cancha cuando tenes a todos tus seguidores apoyándote así.
– ¿Qué imagen tenes del equipo y de la ciudad en el poco tiempo que llevas?
Es un hermoso sitio para vivir y estoy muy agradecido de haber venido acá y al equipo, vamos a hacer grandes cosas.
Al finalizar el encuentro, Marcelo Richotti halagó la tarea del escolta y remarcó una jugada en particular, en la que Reed interceptó un pase de su rival, corrió la cancha y sin oponentes enfrente se frenó detrás de la línea de tres y convirtió su tiro en lugar de penetrar hacia el aro para asegurar los puntos. Cuando llegaron al vestuario le habló sobre esa jugada, todavía no podía creer lo que había hecho su jugador, pero él le contestó: “Confía en mi, ese es mi tiro”.
Los Martines
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