El seleccionado argentino de básquet cayó ante Venezuela 76-71 y se quedó con el segundo puesto del Preolímpico 2015, sin embargo regresó a casa con el objetivo cumplido de obtener el pasaje a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
El festejo no pudo ser completo, luego de todas las emociones que se observaron en los rostros de los protagonistas la noche en la que superaron a México y consiguieron el ticket a Río 2016, desde un Facundo Campazzo que se quebró ante la cámara por el logro obtenido, hasta dos líderes como Scola y Nocioni que siguen viviendo cada partido con la camiseta albiceleste como si fuese el primero, llegó el día de la final ante la revelación del certamen y quien se consagró como el primero del continente fue Venezuela.
Argentina pagó caro algunas situaciones similares a las del juego ante México en la segunda fase, ya que dominó durante el primer cuarto con una versión muy activa de Campazzo asistiendo a sus compañeros, pero no pudo reflejar en el marcador esa superioridad, la diferencia final fue tan solo de siete (20-13).
El segundo parcial fue muy flojo para la selección nacional, se quedó sin ideas en ataque y tampoco fueron eficacez las ofensivas individuales. Con el ex base de Peñarol en el banco y una sequía Argentina de casi siete minutos (entre el cierre del primero y el inicio del segundo cuarto), la Vinotinto creció con un buen pasaje de Cox y Graterol, igualó el luminoso y se fue al frente por dos al entretiempo, 30-28.
En el complemento la albiceleste no tuvo un buen arranque, Venezuela logró una marca sólida a Scola y anuló por varios minutos los ataques rivales. Argentina logró reaccionar a través de Nicolás Laprovittola, el marplatense Selem Safar y el Chapu Nocioni, que marcaron una ráfaga que le devolvió al equipo el frente en el marcador. Los de Néstor García se cargaron de faltas rápidamente y enviaron a los argentinos constantemente a la línea de libres, pero en el cierre cayeron dos bombas de Guillent y Lewis y la diferencia se achicó a tres a favor de Argentina, 52-49.
Venezuela defendió con intensidad y forzó a que la albiceleste cometiera errores y una importante suma de pérdidas. El último cuarto fue peleado en el marcador, sin embargo la Vinotinto controló a su rival la mayoría del tiempo, salvo a un revulsivo Campazzo que mostró su mejor versión en el periodo y mantuvo al seleccionado en partido. Al igual que en el resto del torneo, Argentina no estuvo fina en el lanzamiento de libres y desaprovechó algunas ocasiones que pudieron cambiar la historia.
Los dirigidos por el Che García fueron justos campeones, por todo lo que lograron durante el certamen y porque manejaron los hilos de la final en los momentos claves. Argentina por su parte cumplió el objetivo de la clasificación a Río de Janeiro 2016.
Párrafo aparte para Luis Scola y Sergio Hernández. El capitán se convirtió en el máximo anotador de la historia del torneo y se quedó por cuarta vez el trofeo de jugador más valioso de un FIBA Américas. Ya lo había obtenido en el 2009 en Santo Domingo, en 2011 en Mar del Plata y dos años más tarde en Caracas. Por su parte, el entrenador Milrayitas se convirtió en el primero en clasificar a Argentina a los Juegos Olímpicos en dos ocasiones desde la creación de los FIBA Américas (2007 y 2015), antes compartió el logro de haberlo hecho una vez al igual que Guillermo Vecchio en 1995, Rubén Magnano en 2003 y Julio Lamas en 2011.
Síntesis:
Argentina (71): Facundo Campazzo 8, Patricio Garino 4, Andrés Nocioni 21, Luis Scola 14 y Marcos Delía 8 (FI); Nicolás Laprovittola 9, Selem Safar 7, Leonardo Mainoldi 0 y Tayavek Gallizzi 0. DT: Sergio Hernández.
Venezuela (76): Gregory Vargas 9, José Vargas 8, John Cox 14, Néstor Colmenares 9 y Windi Graterol 11 (FI); Miguel Marriaga 1, David Cubillán 2, César García 0, Javinger Vargas 2, Miguel Ruiz 0, Heissler Guillent 15 y Dwight Lewis 5. DT: Néstor García.
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