La radio y la Liga Nacional, van de la mano, se alimentan recíprocamente hace más de 30 años y los hermana una comunión inquebrantable.
Uñas comidas imaginando una jugada, horas de soledad frente a una voz que nos contaba lo que pasaba con nuestro equipo. Saltos y gritos emocionados, por una pelota que entró o por una que pegó en el aro y salió. Cuantas veces nos quedamos un rato mas en el auto porque vamos ganando y es cábala escucharlo adentro. Ni hablar cuando movimos la antena y remontamos ese juego imposible y había que quedarse casi inmóvil hasta que termine. Los minutos finales y esas promesas frente a la radio que nunca sabremos si las vamos a cumplir.
Estos momentos, para los amantes de la Liga fueron, son y serán habituales, parte de seguir a nuestro club. Saberse los nombres del relator y el comentarista como el de nuestros jugadores es normal, todo como parte de una gran familia. Eso es “La Liga” y sus fieles transmisiones radiales, una familia.
En cada rincón donde se juegue básquet profesional, se hace un esfuerzo sin precedentes, se vincula mucha gente, afectos, familia y todos se conectan cuando va la radio a cubrir esta locura. Nos une a todos, los hinchas, periodistas, familiares, los que no quieren que ganes, en fin, desde la creación de la Liga Nacional (y antes también) las transmisiones fueron el conector con el público que consume este deporte y con el que “toca de oído” también.
Escuchar que el club de tu ciudad está “jugando por la radio” a tantos kilómetros de distancia, te relaciona, te incentiva a ir a verlo cuando regrese de local, te identifica.
Quizás para los que no vivieron esta situación, todo esto les parecerá extraño, pero entonces ni les cuento de los hinchas que se tuvieron que ir a vivir al exterior, que se quedan sintonizando por internet hasta altas horas de la madrugada y aguantan estoicos hasta que se termine el partido, esa pasión no es nueva, la llevan de haber pasado horas frente a la radio confiando en esas transmisiones que siguen a los equipos en nuestro país.
Las transmisiones radiales tienen el primer gran obstáculo, lo extenso de nuestro territorio nacional en la competencia mas federal de la República Argentina. Eso a cada transmisión le da un sabor épico, un condimento especial, en donde se valora y dimensiona el esfuerzo que se hace para cubrir un evento y se lo jerarquiza en consecuencia, con un equipo periodístico que viaja por todo el país.
Las transmisiones radiales nutren a los diarios, portales de internet, programas de televisión y radio, son el primer eslabón de la información para que cada ciudad sepa de lo que sucede con el equipo.
Es maravilloso saber que hay familias que están todos agarrados de una radio para saber que pasará con una jugada, imaginando todo a través de la voz de un periodista que está del lado de ellos, pintándoles con su verba descriptiva lo que sucede.
Escuchar a tu equipo por radio te da un sentido de pertenencia superior, ya que se transforma en un ritual. Como cuando vas de local, te pueden ofrecer los mejores asientos del estadio, pero vos querés ir donde siempre y con tus costumbres. Como con los oyentes que hace más de 30 años que escuchan la Liga por radio y no lo cambian por nada.
Es pasión, no se si lo podré explicar, tampoco se si quiero, pero a los que saben de lo que estoy hablando no tengo nada que contarles, ellos lo disfrutan todos los días.
Los Martines
