El jugador de la noche en el triunfo frente a Quimsa fue un chico de apenas 16 años. Juan Ignacio Marcos tuvo la responsabilidad de ingresar a la cancha en el tercer cuarto, y hasta el final del partido le cambió la cara a Peñarol. Apenas finalizado el partido el juvenil habló con los micrófonos de Los Martines y confesó que “me sentí muy suelto y tranquilo”.
“No lo puedo creer, la verdad haber ganado este partido y disfrutar de esto es una experiencia única. Le agradezco a Marcelo Richotti por darme la oportunidad de entrar y por suerte pude dar soluciones”.
“Ya me siento parte de la familia de Peñarol. Me supieron tratar muy bien desde que llegue y estoy muy agradecido por todo”.
“Me dijeron que juegue tranquilo, como lo hago en mi categoría, que me suelte. Lo pude hacer y aproveché la chance que me tocó. Me sentí muy suelto y tranquilo”
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