Peñarol arrancó con sonrisas en la Liga Nacional por ganar sus dos partidos, pero también por poder contar con una larga rotación. El pibe Joaquín Valinotti, uno de los responsables de la situación avisa que “tengo libertades y no me tienen tan condicionado. Sé que si no la tiro está mal”.
Con solo experiencia en el último clásico de la temporada pasada, el base juvenil Joaquín Valinotti cumplió una buena labor en los amistosos previos a esta Liga Nacional y tuvo acción determinante en los dos primeros juegos con victoria para Peñarol en esta campaña.
El pibe de Las Rosas, provincia de Santa Fe, cuenta que “todavía me cuesta creer que entro en minutos importantes, y eso hace un año ni me lo imaginaba. Contra Hispano Americano entré faltando cinco minutos y no me lo esperaba para nada, pero me dan mucha confianza mis compañeros y el cuerpo técnico”.
Sobre su desempeño ante el equipo Patagónico dijo que “tuve la suerte de que no me fueron a presionar arriba, que por ahí entrando frío se puede complicar. En ataque traté de no tomar tantas responsabilidades de arranque, pero en un pick and roll me pasaron por atrás, la tiré y entró. Tengo libertades, no me tienen tan condicionado, sé que si en ese momento no la tiro está mal”.
Sus compañeros experimentados cumplen un rol fundamental para su crecimiento y asegura que “Leo y Ale Diez me hablan muchísimo, tratan más que nada de tranquilizarme y hacerme jugar tranquilo sin complicarme. Juampi Figueroa y Nico Zurschmitten me tratan de ayudar desde la posición de base. También Marcelo Richotti que es muy exigente con el tema de la posición y eso me ayuda muchísimo”.
En los entrenamientos enriquece sus fundamentos al trabajar tanto con el equipo de Liga Nacional, como la técnica individual con el Negro Echeverría. “Todo el tiempo están fijándose en los errores para marcarlos. Nosotros tratamos de corregir el tema de los pases o la técnica de tiro. Después de los amistosos nos dimos cuenta de que me faltaba mejorar un poco el pase sobre el dribbling y eso lo estuve trabajando con el Negro Echeverría y con Marcelo también” explicó Joaquín.
También afirmó que “los amistosos me sirvieron para agarrar confianza y para darme cuenta que cuando entro puedo jugar. Hace un tiempo me sentía un nene cuando entrenaba con el equipo de la Liga, pero con los amistosos me di cuenta que puedo darle una mano al equipo” y que se vio sorprendido por el arranque del equipo en la Liga, porque “en los amistosos habíamos tenido errores pero en ese primer partido no se dieron tan marcados. Vi muy ben al equipo en los primeros dos partidos y espero que podamos seguir así”.
El pibe tiene tres partidos en Liga Nacional y dos de ellos fueron en el clásico contra Quilmes y manifestó que “tuve esa suerte del debut, que fue soñado porque metí un doble y jugué muchos minutos contra Quilmes. Y ahora el primer partido de esta temporada estuvo con la cancha hermosa, llena de gente. Es tremendo lo que se vive en un clásico”.
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