El pequeño gran héroe de Peñarol ahora deslumbra en Europa con su equipo universitario de Murcia en la Liga FIBA más exigente del planeta. Tuvo un último partido histórico y, fiel a su estilo, va por más, siendo uno de los líderes de la competencia.
Pareciera que hay que volver a repetir la catarata de adjetivos de siempre sobre Facundo Campazzo. Los mismos que utilizamos en sus inicios como juvenil. Los mismos que empleamos en aquella mágica temporada 2011-2012 en Peñarol para conseguir el tricampeonato. Los mismos que usamos para describirlo en la Selección Argentina. Los mismos.
Porque Facundo sigue demostrando a cada paso lo gigante que es y cómo, cada vez más, ese corazón mitad cordobés mitad marplatense sigue latiendo y latiendo dosis de talento a su cuerpo. Tuvo su primera experiencia europea con el Real Madrid en la temporada pasada y no fue tenido en cuenta. Hoy, disfruta de minutos y un gran presente en Murcia. Y él deslumbra a todos.
En esta ciudad ya se ganó el cariño de todos. Porque a cada partido logra demostrar más de su juego y porque, fuera de la cancha, es el mismo cordobés humilde y simpático de siempre. Además, en la última jornada de la Liga Endesa, la octava, consiguió cerrar el partido ante Andorra con triunfo y un histórico 33 de valoración.
“No se veía una actuación tan completa desde hace siete años, en 2008, cuando otro argentino casualmente, Pepe Sánchez, firmaba una planilla así“, afirma la prensa española. Es que Campazzo culminó con 16 puntos, 7 rebotes, 9 asistencias, 4 robos y muchas acciones positivas más. Incluso, convirtió un doble de “pillo” al sacar la pelota de fondo de cancha y hacerla rebotar en la espalda de un rival para ponerla en juego y anotar sin defensa. Al estilo de otro cordobés: “Lata” Ibarra.
Pero Facu no es sólo un partido impresionante en el desierto. Su equipo, muy modesto por cierto, tiene un récord de 3 victorias y 5 derrotas y el base lidera varios ranking. Actualmente se encuentra como el octavo mejor anotador de la liga con una media de 14,5 puntos por partido. Asimismo está noveno en asistencias con 4,3 por juego, cuarto con más libres convertidos (31/37), es el quinto de mejor valoración promedio con 18,6 y lidera en dos rubros: es el jugador que más faltas recibe en toda la competencia con 6 por encuentro y el que más pelotas recuperadas tiene con una media de 2,4.
“Acá somos un equipo muy bueno que si vamos cada uno por nuestro lado seremos malos, pero que si estamos juntos vamos a ser un gran equipo. Cuando jugamos juntos, las individualidades fluyen por sí solas. Esa es la clave para conseguir cosas importantes”, sostiene Campazzo con la humildad que lo caracteriza, a pesar de que aquel pequeño número 7 que entraba a relevar a “Tato” Rodríguez en Peñarol siga dejando su sello juegue donde juegue.
Algunas de sus jugadas
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