¿UN PUESTO EN EXTINCIÓN?

El básquet cambió, los puestos y roles también, en esta vorágine, el alero sufrió alteraciones, salvo por esta aparición de Juan Pablo Vaulet, nuestra Liga Nacional no tiene tantos exponentes nacionales destacados como en otras épocas.

Una vez, un alto dirigente de Peñarol le dijo a un jugador de la Selección Argentina, “Vos vas a ser el alero de nuestro equipo”, a lo que el talentoso player contestó, “ya no quiero jugar mas de tres, me va a sacar años de carrera, soy ala pivot ahora…” y con mucha razón, a determinada edad es una posición que muchos quieren esquivar.

El juego modificó los puestos, es cierto, no tanto los bases, pero si, por ejemplo los escoltas, que ya no son mas ayuda bases, hay pocos “dos” que puedan ser un armador alternativo, son mas goleadores. Los ala pivotes ya no juegan a cuatro o cinco metros del radio del canasto, ahora son tiradores (ahora son mas los ”Leo Gutiérrez” que los “Luis Mili Villar”) y el que juega casi en soledad bajo el cesto es el pivot (que también mejoró su disparo lejano).

Tomamos una liga de hace veinte años y observamos  que abundaban los aleros nacionales destacados en los equipos. En Mar del Plata, dos grandes exponentes de Selección, Esteban “Gallo” Perez (Peñarol) y Esteban De la Fuente (Quilmes), en Olimpia el temible anotador Jorge Racca, con su doble largo infalible Julio “Lunguito” Rodríguez (Regatas San Nicolás), Ernesto Michel figura en Comodoro, un emergente Leandro “Torito” Palladino en Atenas, el siempre rendidor Gabriel Díaz en Andino y el talentoso Marcos Nóbile como goleador de Luz y Fuerza.

Esta gran camada de aleros nacionales destacados de la temporada 1995/96 (muchos goleadores de sus equipos y varios de Selección Argentina), cambia demasiado diez ligas mas adelante, donde solo se destacan Diego Cavaco en Libertad y Juan Manuel Locatelli en Peñarol. Un cambio muy brusco, que no se modifica en la temporada actual donde el alero nacional determinante lo tiene Gimnasia con Federico Aguerre.

Desde mediados de los 90 hasta comienzo del 2000 la gran figura en este puesto fue Walter Herrmann, que por escándalo es uno de los jugadores mas vistosos que pisaron nuestras canchas. Emergió antes que Olimpia desaparezca, la rompió en Atenas y luego hizo una exitosa carrera de España, NBA y Selección Argentina. Cuando regresó una temporada para el “griego”, demostró que fue el mejor en su puesto con el oficio nomás.

También en la época de “Generación Dorada” brilló Federico Kammerinchs. El correntino luego de ser un destacado alero internacional, se corrió de interno por sus dolores, para convertirse en un jugador mas de piso, usufructuando sus dotes de rebotero, buena talla y talento bajo el canasto.

En estos años de casi extinción del puesto, apareció Marcos Mata con nivel de Selección Argentina, determinante en nuestra competencia, aunque no se pudo afianzar en España. Detrás del marplatense, otro nativo de la ciudad que hace carrera en Estados Unidos como Patricio Garino y ahora la aparición de Juan Pablo Vaulet que da esperanza, pero que todavía es un incógnita al igual que “Pato”.

En este análisis, aparece Franco Giorgetti, un jugador con el temple, el físico y las condiciones para sobresalir en la liga, pero diversas situaciones todavía no lo dejan explotar todo lo que promete.

Federico Aguerre fue pieza fundamental para el Boca que salió dos veces seguidas semifinalista, adaptado a ser la rueda de auxilio en esos equipos y ya en Gimnasia con un rol protagónico, juega la final de la competencia y es uno de los jugadores mas completos de nuestro país.

Hoy los jugadores de 2 metros, buscan mejorar su tiro y ser escoltas altos o engrosar su físico y ser un interno versátil, por ahora son pocos los que se atreven a jugar de alero definido.

Antes había otras exigencias físicas para ser un tres, es cierto, pero el talento natural lo suplía. Hoy se le “animan” al puesto los que físicamente son muy dotados, esperemos volver a las épocas donde la mayoría de los equipos tenían uno y que se destacaba.

Martín Escalante

Foto: Info Liga